Prácticas informadas sobre trauma


El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades define las experiencias infantiles adversas, o ACE, como eventos potencialmente traumáticos que ocurren en la infancia (0-17 años). Algunos ejemplos incluyen experimentar violencia, abuso o negligencia; presenciar violencia en el hogar o la comunidad; que un miembro de la familia intente o muera por suicidio; mal uso de sustancia; problemas de salud mental en el hogar e inestabilidad por separación de los padres o miembros del hogar en la cárcel o prisión. Si bien las ACE están vinculadas a problemas de salud crónicos, enfermedades mentales, abuso de sustancias, educación de impacto negativo y oportunidades laborales en la edad adulta, el impacto puede mitigarse apoyando la resiliencia a través de prácticas basadas en el trauma en las escuelas.

Las experiencias traumáticas en la infancia pueden afectar el aprendizaje, el comportamiento y las relaciones en la escuela. Las escuelas sensibles al trauma ayudan a los niños a sentirse seguros en la escuela para que puedan aprender y sentirse conectados. Las escuelas sensibles al trauma también tienen en cuenta que los adultos que trabajan con personas con experiencias adversas pueden desarrollar trauma vicario o fatiga por compasión. Por lo tanto, el autocuidado es un componente importante de las prácticas informadas sobre el trauma.

Recursos para prácticas informadas sobre trauma en las escuelas

Recursos para el autocuidado